Revolución Industrial
Primera Revolución Industrial La revolución industrial tuvo inicio en la segunda mitad del siglo XVII, siendo Gran Bretaña la iniciadora de este movimiento socio-económico-cultural, que en resumen consistió en el dominio de las industrias y la burguesía por sobre la economía del trabajo manual y rural; lo cual fue ampliamente favorecido por la mejora en los transportes (ferrocarril a vapor) que junto con el aporte de las máquinas y las duras condiciones laborales aumentaron la capacidad productiva de las industrias reduciendo los costos. Desencadenantes y factores favorables: El comercio de productos como el té o el tabaco, y el tráfico de esclavos, que había permitido la creación de enormes fortunas, en manos de comerciantes y banqueros. La población británica crecía a gran ritmo fundamentalmente a causa de los cambios en la agricultura: el suministro constante y creciente de alimentos fue terminando con las crisis demográficas. Una aristocracia que permitió y